Fidel Ernesto Vásquez I

11.Abr.2012 / 12:06 am

Tres días marcaron para siempre la historia de Venezuela. La ambición de poder de quienes lideraban los sectores privados del país no pudo más que la fuerza del pueblo revolucionario que, con coraje, salió sin descanso a defender la institución y las leyes de la República. Un recuento que pone a la luz pública una serie de hechos detrás del golpe de abril

Este hombre vivió muy de cerca todo el entramado de aquèl día. “Alrededor de las 2:00 de la tarde nos dieron la orden de que nos vistiéramos de civil y le quitáramos las placas a los automóviles”, recordó. Para entonces, estaban reunidos un conjunto de generales en la oficina del comandante general de las Escuelas. “Yo observé como se pasaban el teléfono entre ellos y se decían ‘toma, convéncelo tú, es Baduel que no quiere sumarse’. Debido a que el volumen en el teléfono era bastante alto, llegué a escuchar a Baduel decir ‘eso no puede ser, es inconstitucional’”.

Según declaraciones de este escolta, quien prefirió no revelar su nombre por motivos de seguridad, el general González González planeaba ir a buscar al también general García Carneiro, por lo que dijo: “necesito un escolta al que no le tiemble el pulso”, y escogió a un hombre que, al saber cual sería su misión (asesinar a García Carneiro), sorprendió a todos cuando de manera firme les dio la respuesta menos esperada: “yo soy un escolta para proteger, no para matar”.

Mientras estos acontecimientos se suscitaban, los contrarrevolucionarios habían convocado a sus seguidores a una marcha, cuya ruta iba desde las instalaciones del Parque del Este hasta, supuestamente, la sede de Pdvsa en Chuao, pero, una vez en el lugar, Carlos Ortega, Carmona Estanga, Molina Tamayo, entre otros, incitaron a la multitud a dirigirse a un nuevo destino: Miraflores, tal cual como la habían planificado.

Al respecto, la diputada Iris Valera refiere: “cuando me informan que la marcha iba hasta el Palacio de Gobierno, me fui para allá, pero nunca imaginé que se trataba

El presidente Chávez se pronunció en cadena nacional a las 3:45 de la tarde, pero su comunicación era constantemente saboteada por los medios privados. “Dividieron la pantalla en dos para mostrar la marcha de la oposición y, además, estos medios privados querían hacer creer que Chávez había mandado a dispersar con violencia la concentración de ellos”, relata la diputada Varela. Sin embargo, si hacemos recuento de las palabras pronunciadas por el mandatario venezolano encontramos lo siguiente:

“(…) Este llamado es a la reflexión y a buscar un camino de conciliación, en torno a la aceptación de lo que hay que comenzar aceptando: una constitucionalidad, un estado de derecho, unas instituciones legítimas entre ellas la Presidencia de la República. ‘calma y cordura’ decía algún venezolano en alguna época. Lo repito hoy: ‘calma y cordura a todos los venezolanos’ (…)”.

Esa misma tarde, en el quinto piso de la Comandancia General del Ejército, estaban reunidos todos los generales que se habían revelado. “En el encuentro escuché al general Romer Fuenmayor decir: ‘si Chávez no sale, vamos a bombardear a Miraflores’”, asegura el escolta de Vásquez Velasco.

La diputada Iris Varela comenta que entre mucha confusión llegó la noche de aquel 11 de abril. “En la noche observé a un hombre herido a quien los compatriotas acusaban de haberlo visto disparar, yo los convencí de que no lo lincharan, para que nos contara quienes lo habían mandado, y lo llevé para que le dieran asistencia médica en Miraflores. Allí le quité las credenciales y nos dimos cuenta de que

pertenecía a una compañía de los Pérez Recao”, asegura.

La figura detrás del discurso de Carmona

El escolta de Vásquez Velasco asegura haber visto a Isaac Pérez Recao dejando por escrito lo que al día siguiente diría Carmona Estanga.

“En el escritorio del general Vàsquez Velasco, se encontraba Pérez Recao junto a Carmona, dictándole lo que diría al día siguiente y, este, a su vez, en un papelito iba copiando con atención lo que aquél joven le decía. A mi me impresionaba como todos le hacían caso a ese señor. Parecía que temblaban ante su presencia”, refiere el declarante.

“Esa basura vamos a sacarla del aire”

“…Esa basura, ¡asimismo! que se llama el Canal 8, vamos a sacarla fuera del aire, va fuera del aire…Esa es la advertencia que les digo, porque aquí no nos estamos chupando el dedo ni somos ningunos pendejos (…) el Canal 8 va en las próximas

Con estas palabras se puso, aún más en evidencia, la participación de Mendoza en el golpe y el apoyo que dieron los medios privados, vía que usó para vociferar sus amenazas. “…Los vamos a sacar de Miraflores, les quedan pocas horas y van a salir por las buenas o por las malas de Miraflores…”, decía frente a las cámaras.

No tardaron en cumplir su cometido. Las instalaciones del canal fueron tomadas policialmente, clausurando así su señal. De esta manera, el país quedaba sin un medio de comunicación de contrapeso que mostrara lo que a los medios privados no les convenía transmitir.

Chávez queda secuestrado

Cerca de la media noche, tanquetas militares llegaron a Miraflores. Bajo amenaza

Por su parte, Iris Varela comenta el acto de entrega de Chávez como una acción para evitar más violencia en el país. “Para salvarnos la vida a todos los que estábamos allí, el presidente Chávez accedió a irse con ellos. No olvido que nos dijo: “no voy a aceptar que haya más derramamiento de sangre, si ellos me quieren a mí, yo voy a ver que es lo que quieren conmigo”. Quedó secuestrado en Fuerte Tiuna de donde seria trasladado a Turiamo y posteriormente a La Orchila. Entre los personajes que se lo llevan se encontraba el general Rosendo y el ministro Hurtado Sucre.