El embajador de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton, consideró ofensivo que la región deba acudir a una instancia en Estados Unidos para resolver asuntos sobre Derechos Humanos cuando ese país «no forma parte de ningún instrumento legal o internacional» sobre esa materia.

El representante venezolano rechazó que paradójicamente los Estados Unidos «sean los grandes certificadores, a su gusto y disgusto, a su conveniencia o necesidad» en ese asunto.

Cuestionó además que instancias como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la cual no es reconocida por Estados Unidos, estén presididas por representantes norteamericanos, realidad que calificó como «un irrespeto mayor que simplemente revela la visión que tienen sobre nosotros y nuestras propias fortalezas».

«Este no es un tipo de ofensa que se le ejerce a los fuertes sino a los débiles o a los presuntamente débiles», acotó.

Respuesta histórica

Chaderton, quien asiste este sábado a la cumbre fundacional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), recalcó que el naciente organismo tiene la oportunidad de generar sus propios espacios para la discusión sobre los derechos fundamentales.

El diplomático venezolano fue enfático al afirmar que la Celac es una iniciativa «producto de una continuidad histórica interrumpida en el siglo diecinueve» que no tiene nada que ver con la OEA, organización «que no goza de buena salud, ni de muy buena reputación, por su propia acción o inacción».

«El diseño del Libertador, que se frustró en Panamá y luego en Tacubaya, ahora renace es este espacio de libertad que requiere de la ausencia de los Estados Unidos y Canadá porque se trata de crear una comunidad de naciones con intereses comunes», sostuvo.

Para el embajador, la concreción de esta nueva instancia surge principalmente «como una respuesta a todos los errores, las carencias, las fallas y las exigencias y retos que tanto el pasado como el futuro nos plantean».

Chaderton destacó además que el acercamiento de las subregiones latinoamericanas con el Caribe, planteada dentro de la Celac, crea oportunidades para ver a los territorios insulares «como un socio válido, respetable y democrático dentro de la comunidad».

Recordó que Venezuela ha sido pionera en el fortalecimiento de la integración con el Caribe pero recalcó que, antes de la conformación de la Celac, algunos países como Brasil, Chile y Argentina han abierto embajadas en las islas «lo cual es una buena, muy buena señal».

«Estoy convencido de que tenemos muchas cosas buenas que ofrecernos mutuamente».