«Para que los derechos de los débiles tengan cierto peso en el concierto mundial hay que dejar de ser débiles, y el único camino es juntarse», expresó este sábado el presidente de la República Oriental de Uruguay, José Mujica, durante su intervención en la segunda sesión plenaria de la cumbre fundacional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), celebrada en Caracas este 3 de diciembre.

«Esta no es una lucha por una utopía. Es la lucha por ser o no ser», agregó el Mandatario uruguayo luego de señalar que la globalización tiene un centro determinante, que «cada día dan menos lugar a los débiles».

«Los poderes se desbordan. Las palabras como la autodeterminación han desaparecido del lenguaje oficial de muchas cancillerías del mundo, y en esas condiciones la necesidad de juntarnos nos viene impuesta por la naturaleza de los hechos», aseveró Mujica,

Asimismo, sostuvo que «el mundo ha cambiado y está cambiando drásticamente. La globalización es un hecho que tiene su base el desarrollo portentoso de la fuerza productiva de la inteligencia, de la acumulación del capital, de la multiplicación de necesidades, a escala como nunca pudo soñar el hombre. Y, la globalización está allí, pero la globalización no es igual a justicia, a igualdad, a independencia».