Artículos archivados en 29 noviembre 2010

  • La Revolución Bolivariana tiende su mano y dignifica al pueblo

    Ayer domingo nuestro Presidente, visitó a personas afectadas por las intensas lluvias registradas en el país. Luego inspeccionó la construcción de viviendas en el centro de Caracas y compartió con el pueblo como uno más, sin la necesaria y siempre importante presencia de los escoltas, demostrando su grandeza, sensibilidad y dando una lección de su compromiso con el pueblo, un pueblo que lo ama y reconoce como su amigo y lider. Y es que nuestro Comandante es insuperable.

    Sus actos de ayer demuestran que Chávez es el pueblo.

    “Creo que el mundo entero debe seguir el ejemplo de Venezuela: encontrarse al Presidente de la República, la máxima autoridad de un país, compartiendo un café con una persona en la calle”.

    Esta fue la expresión de Darrel Guerra, un joven venezolano que caminaba por el centro de Caracas la tarde del domingo, cuando fue testigo de un hecho que, aunque en Venezuela ya no es tan extraño, no deja de causar emoción.

    En la esquina de Puerto Escondido, en la céntrica avenida Lecuna de la ciudad de Caracas, el presidente Hugo Chávez detuvo el vehículo que conducía, acompañado por un grupo de ministros, para compartir un café y conversar con un hermano venezolano.

    “Vio a la persona que discutía con otra, detuvo el carro y se puso a conversar con él”, dijo Darrel, visiblemente emocionado en el mismo lugar donde minutos antes el mandatario conoció a ese compatriota que desde hace algunos años se encontraba en situación de abandono.

    Poco a poco más personas se percataron de que no era una broma lo que comenzó a escucharse en los alrededores.

    “Ahí está, es el Presidente, esto es increíble”, decía una voz quebrada por la emoción.
    Un sexagenario que transitaba por la zona miraba atónito al comandante de la Revolución Bolivariana conversando con el joven que habitaba en las calles.

    “Hace rato estaba con los damnificados por allá y ahora míralo donde está, con el pueblo”, comentó.

    El presidente Chávez había iniciado una jornada de trabajo en el refugio que atiende a personas afectadas por las lluvias que han azotado varias zonas de Venezuela en los últimos días.

    “Para mí fue una gran impresión porque nunca lo había visto así tan cerca. Fue una emoción para mí muy linda”, comentó Antonio Omaña, habitante del centro de la capital.

    Niños, hombres y mujeres coreaban consignas como: ¡Chávez, te amamos! ¡Viva Chávez! ¡Chávez hasta el dos mil cien!

    Mientras tanto, la caravana que acompañaba al presidente Chávez proseguía a lo largo de la avenida Lecuna, donde culminó el recorrido de inspección, esta vez en uno de los siete edificios que se construyen para atender demandas de la población, frente a la estación Teatros, del Metro de Caracas.

    El jefe de Estado instruyó a integrantes del Gabinete ministerial para atender las necesidades de ese hombre sin una vivienda, sin un ingreso digno, pero para quien la esperanza llegó de la mano de un líder.

    Una visita merecida, porque como dijo el propio comandante horas antes, “no sólo se trata de vivir físicamente. Hay formas de vivir y de no vivir estando vivo”.