



Quienes serán electos el próximo 23 de noviembre como alcaldes, Aristóbulo Istúriz y Jesse Chacón, ambos por el Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, a la alcaldía Metropolitana de Caracas y Sucre, respectivamente, continúan recorriendo los diferentes sectores de Petare, visitando este jueves a los vecinos de Campo Rico.
Aristóbulo señaló que “es necesario recordar que nosotros comenzamos con la participación desde que iniciaron las candidaturas bolivarianas, porque a diferencia de los candidatos de la oposición somos electos por las bases, con la participación, el voto directo y secreto, eso hace una diferencia sustancial”.
Recordó que no basta tener un rosario de problemas, sino hay que tener propuestas para las solucionarlos, por lo que la línea central de participación de sus gestiones tiene que ver con la consolidación del Poder Popular. También informó que la semana próxima ambos candidatos psuvistas realizarán mesas de trabajo con diversos sectores caraqueños, quienes harán entrega de las posibles soluciones a los problemas ya diagnosticados a través de los batallones y consejos comunales.
Respecto a las elecciones del 23 de noviembre Aristóbulo alertó a los petareños sobre el plan de la oposición que en su opinión es rodear al presidente Chávez en Caracas, y cuando esté solo poder acabar con él, por lo que llamó a tener disciplina y que cada revolucionario, cada militante debe estar dentro de un batallón.
Dijo representar junto a Jesse una posición ideológica que ayude a la construcción de un modelo socialista alternativo frente al capitalismo, por lo que terminó diciendo “este pueblo ha decidido ser libre”.
Por su parte, el próximo alcalde del municipio Sucre, Jesse Chacón propuso transformar al barrio en un sitio de esperanza donde puedan volver a soñar, e indicó que detrás de un delincuente hay una comunidad que lo hace, por lo que concretó diciendo que “el día que le devolvamos los sueños a los niños acabaremos con la delincuencia”.
El recorrido
Aristóbulo y Jesse, junto a sus señoras esposas Dianora y Lesami, emprendieron la caminata en la calle La Laguna de Campo Rico, donde fueron recibidos por una multitud que más que disminuir por la lluvia aumentaba en cada gota.
Subieron por la calle 1ero. de Mayo hasta llegar a la 2da., donde niños y niñas gritaban al unísono “te queremos Aristóbulo”; “te queremos Jesse”. Los vecinos y vecinas estaban de pie en las puertas de sus casas esperando a sus candidatos para tocarlos, abrazarlos, contarles sus historias, problemas y terminar por sumarse al río de corazones rojos que iba subiendo.
Al llegar a la calle Lebrún, sin luz artificial pero con una luz de los ojos y auras que rodeaban a las personas, pues no podían creer que aún a oscuras Aristóbulo y Jesse se atrevieran a no desviar la caminata.
Cada parada, cada estadía fue diferente, fue acogedora; unos para plantear sus problemas, otros para ofrecer la humildad de sus viviendas y sabor de sus comidas a la esperanza del pueblo.
Llegando al final del recorrido, los candidatos bajaron las “Escaleras del Cielo”, la cual desbordaba de personas, sobre todo niños y niñas, que se apoderaron de Aristóbulo y Jesse en la bajada de estos 300 escalones, para demostrar sus dotes artísticos al son de la música barloventeña.
Finalmente llegaron a la Luciteña; la gran multitud de personas casi cargaron a los candidatos hasta la mesa donde dieron sus palabras de cierre y sin protocolo, como si fuera en su propio barrio –así lo expresó Jesse– se montaron en la mesa para poder ser vistos por el mar de gente que se encontraba en el lugar.
“Sólo el pueblo salva al pueblo”, con su consigna habitual el candidato a la alcaldía Metropolitana de Caracas, Aristóbulo Istúriz, manifestó a los luciteños la necesidad de que cada ámbito posea un consejo comunal para que juntos puedan resolver los problemas fundamentales del sector, para lo que sugirió como propuesta la creación de un banco de proyectos que pueda facilitar la transferencia de recursos por parte de las alcaldías, gobernaciones y gobierno central.
El evento culminó con la participación de niños y niñas en un acto cultural sobre amor, paz y reflexión.