Artículos archivados en 7 octubre 2012

  • ¡Tenemos pueblo, patria y presidente!

    Ana tiene 57 años y está aferrada a la baranda que separa a una marea roja del Palacio de Miraflores. Son poco más de las 10 de la noche y un carro con altos parlantes difunde los resultados electorales. No logra escuchar el porcentaje entre la algarabía, pero su certeza está incólume desde las 4 de la tarde cuando salió del centro de votación en Catia.

    «¡Tenemos pueblo, patria y presidente!», grita con vigor y se agarra con más fuerza a las bardas de seguridad mientras besa su bandera.

    Desde hace una hora, cientos de personas se agolpaban al final de la avenida Urdaneta y un retumbe de tambores se escuchaba en el Puente Llaguno, otrora escenario de tristezas y crimen.

    Corazones rojos se elevaban con fuego como pequeños globos aerostáticos entre el ruido de cornetas y vuvuzelas que se multiplicaban a medida que la noche se calentaba por la bailadera en la céntrica avenida caraqueña.

    A las 9:30 pm el desfile de familias y motorizados marcaba la pauta en la zona. El tricolor se alzaba y los cohetes delataban a los ganadores de la jornada. Casi 19 millones de venezolanos estaban llamados a las urnas electorales y más de 80% cumplió con su compromiso.

    Las hallacas ya estaban servidas y desplazaban a los pinchos de carne y a los jojotos con mantequilla. Los extranjeros echaban diente y grababan a las chicas que posaban en las parrillas de las motos.

    Gladys Kisler bailaba sola una música distante en la esquina del Correo de Carmelitas. Vive en la avenida Baralt y un muñeco del primer mandatario uniformado hacía las veces de su pareja.

    «Estoy en la calle desde las cuatro de la mañana. A esa hora hice la cola para votar. Yo por mi presidente, todo. Ahorita nosotros, el pueblo, no vamos a dejar que nos quiten los logros que hemos obtenido con tanto sacrificio y lucha».

    Secándose las lágrimas dice: «él es amor y es el único que ha visto por los pobres, por todos, por los niños, por los ancianos, por la juventud… Es un hombre que se ganó el corazón del mundo entero».

    Centenares de personas gritan «queremos a Chávez»; especialmente un grupo de 10 punketos que alzan sus vasos en señal de salud. Uno de ellos es Rubén Machado, viene desde la avenida San Martín y tiene 22 años.

    «No quiero que se apodere del país una persona que está financiada por muchos medios que quieren dominar a la humanidad. Hoy puse las cosas en una balanza y aquí está el resultado» dice y señala con su dedo índice a todos los asistentes.

    «Hoy nos jugamos el futuro del mundo. Para mí, de haber triunfado Henrique Capriles, hubiésemos pasado a financiar guerras», agregó.

    Luis Luna vino desde Buenos Aires, anda con dos compañeros y no duda de que el regreso de la derecha hubiese sido «un paso atrás para Venezuela y para el continente». Su camarada, Alejandro Mérola viene al quite y afirma: este es el momento clave para que se profundice el modelo y el proceso de cambio».

    Andrea Mesías cierra el trío de sureños. Con sonrisa amplia declara: «Me moría de ganas de estar en Caracas y sentir un poquito lo que siente el venezolano este día. Somos el mismo pueblo y Latinoamérica es la misma familia».