Fidel Ernesto Vásquez I

8.Sep.2012 / 12:36 am

La ciudad, abandonada por las mala administración de una alcaldesa que no atiende las necesidades de la ciudad y su población, siente igualmente la desidia de un extraño gobernador derechista que se ocupa más de hablar paja, beber licor y pasarle la mano a sus amigos, que a gobernar.

Por eso, la valiente y constante lucha del Comandante Francisco Arias Cárdenas al frente de la militancia socialista, impulsa el rescate de la dignidad de una ciudad y un estado para todos y todas quienes merecen respeto y el beneficio de una acción de gobierno de inclusión, contando para esto con el respaldo del Comandante Presidente Hugo Rafael Chávez Frías.

La historia de la fundación de Maracaibo ha estado sujeta a históricas divergencias originadas en el hecho de que fueron varios los personajes y momentos en los que se intentó construir un verdadero asentamiento. El primer acercamiento europeo a esta zona lo realizó Alonso de Ojeda, el 24 de agosto de 1499, quien pudo observar el lago de Maracaibo junto con Juan de la Cosa y Américo Vespucio.

Se atribuye a ellos el nombre de Venezuela cuando evocaron a Venecia al ver que los habitantes vivían en palafitos sobre el lago y que la gente se trasladaba de un sitio a otro mediante pequeños puentes de madera y en canoas.
La ciudad de Maracaibo fue fundada en tres ocasiones. La primera, el 8 de septiembre del año 1529 por el alemán Ambrosio Alfínger, conquistador de la casa Welser y primer gobernador de la Provincia de Venezuela, que partió en expedición desde Coro capital en aquel momento de dicha provincia.
Al asentamiento se le dio el nombre de villa de Maracaibo pues al momento de su fundación no se constituyó un cabildo que le confiriera el carácter de ciudad. En los documentos alemanes de la casa Welser aparece el nombre de Neu-Nürnberg.

Es probable que la fundación de Alfínger se hiciera cercano a, o sobre los restos de un asentamiento indígena.

Esta primera fundación tuvo una población de apenas 30 vecinos y una actividad casi nula, por lo que Nicolás Federmann ordenó trasladar su población en 1535 al Cabo de la Vela  en la península de la Guajira.

Después de un segundo intento fallido en el año 1569 en el cual la ciudad es refundada como Ciudad Rodrigo por parte del capitán Alonso Pacheco, no es sino en 1573 cuando el Gobernador Diego de Mazariegos decidió restablecer la población confiándole al capitán Pedro Maldonado dicha encomienda.

Así, para 1574 fue refundada la ciudad con el nombre de Nueva Zamora de la Laguna de Maracaibo, en honor al gobernador Mazariegos, nativo de la ciudad de Zamora, en España.

Religión, historia, comercio y turismo se unen en un solo lugar: la plazoleta de la Basílica Nuestra Señora de Chiquinquirá y San Juan de Dios. El espacio se encuentra en el casco central de Maracaibo y es el escenario en el que la feligresía zuliana ha admirado a la Virgen Chinita por décadas.

Esta plazoleta es referencia a escala internacional.

El espacio fue concebido para ser un templo a cielo abierto y albergar multitudes.

La ciudad, abandonada por las mala administración de una alcaldesa que no atiende las necesidades de la ciudad y su población, siente igualmente la desidia de un extraño gobernador derechista que se ocupa más de hablar paja, beber licor y pasarle la mano a sus amigos, que a gobernar.

Por eso, la valiente y constante lucha del Comandante Francisco Arias Cárdenas al frente de la militancia socialista, impulsa el rescate de la dignidad de una ciudad y un estado para todos y todas quienes merecen respeto y el beneficio de una acción de gobierno de inclusión, contando para esto con el respaldo del Comandante Presidente Hugo Rafael Chávez Frías.