Artículos archivados en 2 junio 2012

  • El Porteñazo respondió a la falsa democracia de Rómulo Betancourt

    El alzamiento cívico-militar del 2 de junio de 1962 ocurrido en la Base Naval de Puerto Cabello, conocido como El Porteñazo, respondió a las falsa democracia del presidente Rómulo Betancourt, quien al asumir la presidencia de la República en 1959 orientó su política contra las luchas populares, que habían derrocado al dictador Marcos Pérez Jiménez (1953-1958).

    Esta rebelión militar, que cumple 50 años, estuvo encabezada por el Capitán de Navío Manuel Ponte Rodríguez, el Capitán de Fragata Pedro Medina Silva y el capitán de Corbeta Víctor Hugo Morales, se sumó a los alzamientos de ese mismo año conocidos como El Carupanazo y El Guairazo, así como El Barcelonazo en 1960 y otros tantos movimientos insurgentes de las décadas de 1960 y 1970, por la construcción de un país soberano e independiente en contraposición de la Venezuela entregada al imperialismo norteamericano.

    “Fue toda una generación militar inspirada en el ejemplo (del coronel) Hugo Trejo, valiente militar que se alzó el primero de enero de 1958 en contra de la tiranía y que le demostró al país que las Fuerzas Armadas no estaban honoríficamente unidas alrededor del tirano Pérez Jímenez”, explica el historiador Lionel Muñoz, en entrevista con la Agencia Venezolana de Noticias.

    Muñoz enfatiza que para entender El Porteñazo hay que ubicarse en el 23 de enero de 1958, cuando hubo una gran celebración en todo el país por el derrocamiento de la dictadura y por el ejercicio pleno de las libertades públicas.

    Sin embargo, “ese ambiente que envolvió a Venezuela fue abandonado como consecuencia de la orientación anticomunista, dicho por el mismo (Betancourt) en su discurso de instalación y además ejecutado mediante diversas acciones de su gobierno”.

    Recuerda el también analista político que “cómo consecuencia de ello, vastos sectores, entre ellos el Partido Comunista quedaron excluidos, no solo de lo que fue el Pacto de Punto Fijo, sino de cualquier consideración en términos del ejercicio de sus derechos como organización política o partido en el seno de la sociedad venezolana”.

    “Esto dio como resultado un conjunto de respuestas que derivaron en la política de la lucha armada que asumió la izquierda en ese tiempo y a su vez tuvo repercusión en los cuarteles”.

    La respuesta del gobierno de Acción Democrática ante El Porteñazo fue el bombardeo del Fortín Solano, así como ataques por mar y tierra, produciéndose un combate frontal que dejó un saldo aproximado de 400 muertos y 700 heridos, según cifras del Ministerio de Relaciones Interiores de entonces, a cargo de Carlos Andrés Pérez, quien años después reprimiría a la población venezolana en el estallido social denominado El Caracazo.

    Lo que buscaba el Porteñazo “era sustituir el gobierno de Betancourt, objetivo que perseguían todos los alzamientos militares de la época, justamente en procura de un gobierno que defendiera los intereses nacionales, que garantizase a los venezolanos y venezolanas mejores condiciones de vida, que defendiera la soberanía nacional en todos sus sentidos”, añade el historiador.

    El Gobierno de Betancourt se caracterizó por su violencia, “allanó universidades, sindicatos, apresó a la disidencia política, aniquiló y aplastó políticamente a la disidencia que había en ese momento en Venezuela”, recuerda.

    Unidad cívico-militar

    En función de los alcances de estos objetivos es que se pronuncia el pueblo venezolano expresado en la unidad cívico-militar en Puerto Cabello; pronunciamientos que “muchos años después hemos cristalizado gracias a la conducción política del presidente Chávez”, destaca Muñoz.

    Señaló, además, que actualmente en Venezuela se construye una propuesta política “en la que la unidad cívico-militar es un ingrediente fundamental” por lo que “conviene rememorar aquella fecha y aquellos hombres y mujeres que combatieron valientemente en el alzamiento de Puerto Cabello, (…) orientados por las ideas más progresistas, más inclusivas, como lo eran y lo siguen siendo las luchas por la liberación nacional y las reivindicaciones más sentidas de nuestro pueblo”.