Artículos archivados en 19 mayo 2012

  • Ho Chi Minh: Siempre resplandece en los pueblos del mundo

    En su testamento escribió: “Durante toda mi vida, he servido con todas mis fuerzas y con todo mi corazón a la Patria, a la Revolución y al Pueblo. Ahora, si debo partir de este mundo, no hay nada que sienta más que no poder servirlos más tiempo”.

    “Los antiguos poetas se complacían cantando/a la naturaleza: las nubes, las flores, la luna y el viento,/ los ríos y montañas celebraban sus cantos./Hoy debemos fundir los versos en acero/y ser cada poeta un bravo combatiente”, escribió en la década del 40 Nguyên That Thanh.

    De la belleza a la resistencia, de la ternura de una imagen al llamado a convertir los versos en acero, el poeta de apenas 50 años tenía sobre su espalda una historia heroica y que con el tiempo se convertiría en ejemplo para millones de personas.

    Nacido el 19 de mayo de 1890, en la aldea Hoang Tru del pueblo de Kim Lien, en la entonces Indochina francesa, Nguyên That Thanh, sería conocido con el nombre de Ho Chi Minh y como líder máximo de la revolución vietnamita que acabó con el colonialismo de Francia en la nación asiática.

    Estratega militar, escritor conciso y directo, y dirigente político con capacidades reconocidas hasta por sus más encarnizados enemigos, el Tío Ho, como se lo reconocía mundialmente, creció en una humilde zona campesina junto a sus padres, abuelos y dos hermanos.

    Luego de cursar la escuela primaria y secundaria, comenzaría a trabajar como maestro y en 1911 ingresó a la escuela de obreros marítimos. Como ayudante de cocina emprendió viajes a Argelia, Túnez, Senegal, Guinea y otros países africanos. En 1913, llegó a Estados Unidos y permaneció en Nueva York hasta que pudo viajar a Francia. Su periplo lo llevó a Inglaterra, donde se ganó la vida como jardinero y ayudante de cocina en Londres.

    A partir de 1917, el joven Thanh inició una intensa labor política, fundando ese mismo año en París, la Sociedad de Patriotas Vietnamitas. En 1918 se incorporó al Partido Socialista Francés. Al mismo tiempo, su formación marxista se alimentaba con con los escritos de Lenin y las repercusiones de la naciente Revolución Rusa.

    Desde ese momento, el objetivo de expulsar de su país a Francia se convertiría en un motor imparable que tuvo su punto culminante en 1945, cuando fue declarada la independencia. Pero hasta 1954, las agresiones coloniales persistieron aunque terminaron en una estruendosa derrota del ejército galo.

    Presidente de la República Democrática de Vientnam entre 1945 y 1969, Ho Chi Minh estuvo a la cabeza de los combates contra las tropas invasoras estadounidenses, que intentaron derrocar a su gobierno y dividir el país.

    La denominada Guerra de Vietnam, que dejó como saldo dos millones de vietnamitas muertos y un país destruido casi en su totalidad, es vista hoy como una confrontación donde se destacaron las estrategias militares desarrolladas por los comandantes vietnamitas. Mientras Estados Unidos regaba de napalm toda la nación, los combatientes survietnamitas tenían como principal defensa la unidad en torno al Partido Comunista y la naturaleza que los cobijó para resistir los ataques.

    El 12 de enero de 1967, Ho Chi Minh recibió a representantes del Centro de Investigación de las Instituciones Democráticas de Estados Unidos, a los que les expresó: “Mi vida es muy tranquila y simple. Duermo muy bien, incluso cayendo las bombas de ustedes en nuestro país (…) La Administración estadounidense debe terminar incondicionalmente sus bombardeos sobre el norte de Vietnam; sólo así pueden conversar con nosotros sobre otros asuntos. Su Gobierno debe comprenderlo. No invadimos a Estados Unidos, no cometemos ningún acto agresivo en su territorio. Respeto al pueblo norteamericano, que es inteligente y amante de la paz y la democracia. Los soldados norteamericanos son forzados a venir aquí para matar y morir. Es difícil para ustedes creer que me siento muy dolido no sólo cuando mueren los vietnamitas, sino también los soldados norteamericanos. Simpatizo con el dolor de sus familias”.

    El 30 de abril de 1975, luego de atravesar graves problemas de salud, el líder vietnamita dejaría el mundo, legando a millones las enseñanzas políticas y humanas que lo caracterizaron. En su testamento escribió: “Durante toda mi vida, he servido con todas mis fuerzas y con todo mi corazón a la Patria, a la Revolución y al Pueblo. Ahora, si debo partir de este mundo, no hay nada que sienta más que no poder servirlos más tiempo”. Ho Chi Minh, que significa “El que ilumina”, todavía resplandece en los pueblos del tercer mundo.