Fidel Ernesto Vásquez I

11.Abr.2012 / 04:50 pm

Estratégico fue el rol que jugaron los soldados de la Guardia de Honor durante los sucesos del golpe del 11 de abril de 2002. Jesús del Valle Morao, quien en ese entonces comandaba este cuerpo, recuerda que tras el derrocamiento del Presidente Hugo Chávez, la Guardia de Honor actuó con coraje contra los que usurparon la democracia.

Los militares leales trazaron un plan para retomar el Palacio de Miraflores, que había sido invadido por empresarios, políticos y personeros de la derecha nacional, contó Morao.

“Simulamos que estábamos protegiendo a la gente que había usurpado el Palacio, siempre atentos a que debíamos traer de vuelta a nuestro Presidente”.

Una vez ejecutada la estrategia, Morao recuerda que los militares golpistas y el presidente del gobierno de  facto, Pedro Carmona, “se sorprendieron porque no pensaron que el regimiento de la Guardia de Honor y sus soldados íbamos a retomar el Palacio”.

Tras concluir la operación, el presidente Hugo Chávez retomó sus funciones el 13 de abril para continuar con el proceso de construcción de un Estado de derecho y justicia, como lo establece la Constitución Nacional.

Esta experiencia, enfatiza Morao, deja claro que mientras “se fortalezca cada día más la unión cívico-militar el pueblo jamás será vencido”.