Artículos archivados en 3 febrero 2012

  • Gran Mariscal de Ayacucho: Paradigma de respeto a los derechos humanos

    El Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre, nacido en Cumaná (estado Sucre) el 3 de febrero de 1795, es reconocido por los historiadores como uno de los hombres más universales, por protagonizar las luchas independentistas en América del Sur, y paradigma en defensa de los derechos humanos con el Tratado de Armisticio para la Regularización de Guerra que enalteció el respeto al vencido.

    Antonio José de Sucre y Alcalá fue político, estadista y militar, prócer de la independencia, también presidente de Bolivia, gobernador de Perú, General en Jefe del Ejército de la Gran Colombia y comandante del Ejército del Sur.

    En noviembre de 1820, el general Sucre fue nombrado por el Libertador Simón Bolívar como jefe del Estado Mayor del Ejército patriota, en cuyo desempeño se encargó de redactar el Tratado de Armisticio para la Regularización de la Guerra, acuerdo firmado por Bolívar, máximo líder republicano, y Pablo Morillo, jefe del Ejército español.

    El profesor de historia Orlando Balbás Sánchez destacó que con el tratado de armisticio el general Sucre se convirtió en un paradigma en defensa de los derechos humanos, pues era justo con los prisioneros de guerra y logró enaltecer el respeto al vencido.

    «Bolívar consideró este tratado como digno del alma del general Sucre; el más bello monumento a la piedad aplicada a la guerra», recordó con palabras del Libertador Simón Bolívar, para aquel entonces, cuando los patriotas se encontraban en el último tramo de la lucha por liberar el territorio venezolano de las fuerzas realistas (españolas).

    Balbás indicó que el general Antonio José de Sucre, de pensamiento humanista, es un modelo a seguir porque, desde el tratado de armisticio se crearon leyes internacionales basadas en la defensa de los derechos humanos, respeto al enemigo y al futuro de la humanidad.

    De acuerdo con un artículo del historiador Benito Flores Sáez, publicado en el portal web de aporrea el 26 de noviembre de 2009, Armisticio viene del latín Armistitium, detención de las armas; por tanto el Tratado de Armisticio se define como una convención o acuerdo en el que dos bandos, contendientes de una guerra, suspenden las acciones bélicas sin poner fin al estado de guerra.

    El Tratado de Armisticio se terminó de redactar el 25 de Noviembre de 1820 y consta de 15 artículos, de los cuales en su apartado segundo reseña que la duración de la Guerra a muerte era de seis meses y se podía prorrogar el tiempo que fuese necesario.

    Sucre: leal a la idea de libertad en Latinoamérica

    Balbás refirió que el pensamiento libertario de Sucre, y de todos los héroes venezolanos, cobra vigencia en el actual momento histórico y político del país, cuando se está construyendo una patria bolivariana partiendo de Venezuela hacia América del Sur y del Caribe.

    «Esto quiere decir que se redimensiona el pensamiento bolivariano y de libertad, sobre todo de unidad latinoamericana como el de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) –fundada en Caracas en diciembre pasado–, que se está construyendo en base a ideas latinoamericanas», expresó Balbás.

    El también escritor de historias locales y poemarios consideró pertinente comparar la unificación de Latinoamérica –que esbozaban los héroes independentistas– con la idea bolivariana que actualmente se está desarrollando bajo la figura del presidente de la República, Hugo Chávez, la cual es fundamental para lograr naciones de prosperidad, plenitud y felicidad.

    Para Balbás, el general Antonio José de Sucre fue leal a la idea de libertad por construir una sola Patria, a pesar de todos los cargos que obtuvo siempre demostró humildad, fue un gran estratega siempre visto por el Libertador Simón Bolívar como el sucesor en la historia de Venezuela.

    Museo que honra la memoria de Sucre

    El Museo Gran Mariscal de Ayacucho conserva reliquias y obras que evocan al Abel de América, Antonio José de Sucre. Está ubicado en el casco central de Cumaná, a orillas del río Manzanares y en la plazoleta que hace memoria a Sucre.

    Charreteras bordadas con hilos de oro, la fe de bautismo de Antonio José de Sucre, croquis de la Batalla de Ayacucho y documentos elaborados por el Mariscal Sucre son los objetos de valor originales que pertenecieron al prócer independentista y que, hoy en día, son exhibidos en el museo, refirió la guía de los visitantes, Francis Pacheco.

    El salón Ayacucho conserva celosamente los objetos del Mariscal Sucre, mientras que la sala Sucre exhibe joyas, porcelanas, un sofá de madera del siglo XVIII, cartas y bandejas de plata que pertenecieron a la familia del Abel de América.

    Además de retratos del Mariscal Sucre, se exponen la réplica de una guirnalda de oro, actas de nacimiento y de defunción de la familia Sucre y Alcalá, también un pendón de seda como estandarte que simbolizó el dominio español.

    Pacheco indicó que los objetos de Sucre fueron donados por la familia de su esposa, Doña Mariana Carcelén y Larrea de Sucre. Este nombre es el que actualmente identifica a un salón del museo, utilizado para la exposición de esculturas y pinturas al óleo de diferentes artistas venezolanos.

    El edificio donde funciona el museo fue construido en el año 1945, como sede del concejo municipal en ocasión a los 150 años del natalicio del Mariscal Sucre, por decreto presidencial del general Isaías Medina Angarita, presidente venezolano en aquel entonces.

    La infraestructura comenzó a funcionar como museo en el año 1974 y es espacio para exhibición permanente de obras, donadas por artistas venezolanos y extranjeros.

    Entre otras obras, que se exhiben de manera permanente, se encuentran piezas talladas sobre madera del artista sucrense Efraín Lara, objetos retocados sobre piedra de la caraqueña Adulgia Sánchez, esculturas de bronce y una placa con el Poema de Berruecos del autor Manuel Norberto Vetancourt.

    Breve reseña de la vida del Mariscal Sucre

    Era hijo de una familia acomodada de tradición militar, fue su padre el coronel del Ejército Patriota Vicente de Sucre y Urbaneja, y su madre Doña Manuela de Alcalá y Sánchez

    Es considerado como uno de los militares más completos entre los próceres de la independencia sudamericana. Fungió como jefe de Estado Mayor de la división de la provincia de Cumaná, ministro de Guerra y Marina, General en Jefe del Ejército de la Gran Colombia, comandante del Ejército del Sur, gobernador de Perú y Presidente de Bolivia.

    El 24 de mayo de 1822, el General Sucre venció a los realistas en la Batalla de Pichincha, y así logró la independencia de la Real Audiencia de Quito, hoy República de Ecuador.

    Con el triunfo en la Batalla de Ayacucho, desarrollada en la Pampa de la Quinua en el departamento de Ayacucho (Perú) el 9 de diciembre de 1824, Sucre lideró la última victoria más importante de los enfrentamientos entre los realistas y los republicanos, que puso fin al dominio español con la que se selló la libertad de Suramérica y con ello su reconocimiento como el Gran Mariscal de Ayacucho.

    El 4 de junio de 1830, cuando va de vuelta a encontrarse con su familia en Quito, Ecuador, el mariscal Antonio José de Sucre fue alcanzado por una bala que le causó la muerte de manera inmediata al momento que cruzaba el sendero estrecho de Cabuyal de las montañas de Berruecos (sur de Colombia). Por lo remoto de la zona donde ocurrió el crimen, el cadáver permaneció por más de 24 horas en el lugar, hasta que fue encontrado por unos pobladores, quienes dieron parte a las autoridades.