Fidel Ernesto Vásquez I

2.Ene.2012 / 08:21 pm

En su primera aparición en un acto público en este 2012, el presidente de la República, Hugo Chávez Frías, envió al pueblo venezolano sus mejores deseos de paz y prosperidad.

«Para que sigamos por la senda del progreso, de la paz y de la grandeza de la patria. Pido a Dios que así sea», manifestó el presidente Chávez, durante una visita a Sabaneta, su pueblo natal, en Barinas, ubicado al occidente del país.

En Sabaneta, el Jefe de Estado colocó la primera piedra fundacional de un preescolar que atenderá aproximadamente 180 niños de la localidad y que se construirá en el terreno donde estaba ubicada la casa de bahareque de su abuela paterna Rosa Inés Chávez.

Durante la inspección del terreno, el Primer Mandatario Nacional pidió la presencia del dueño de un galpón, ubicado al lado donde se prevé construir el preescolar. En minutos llegó el propietario con quien el presidente Chávez acordó hacer una avalúo de los bienes para ampliar la infraestructura del centro de educación inicial.

Más tarde, el presidente Chávez visitó la catedral Nuestra Señora del Rosario para participar en la misa que se celebró en ese templo religioso, en conmemoración de los 30 años del fallecimiento de su abuela paterna.

Culminada la eucaristía, el Primer Mandatario Nacional expresó además que fue a esa iglesia para pagar una promesa luego de recuperarse del tratamiento para eliminar el tumor cancerígeno que le fue diagnosticado en junio de 2011.

«Hoy me siento curado. Vine también a pagar una promesa del alma y del corazón a nuestra Virgen del Rosario», expresó junto a sus padres y familiares que lo acompañaron durante la eucaristía.

Recordó que por las llanuras de Sabaneta pasaron los guerreros de la historia preindependentista de Venezuela, entre ellos el Libertador Simón Bolívar, de quien citó la siguiente frase para transmitirle un mensaje a sus parientes y a sus viejos amigos de Sabaneta: «Soy el mismo de siempre y guardo en mi corazón para la amistad un templo y un tribunal».

Dijo sentirse lleno de júbilo por visitar su pueblo natal y además ratificó que sigue siendo un llanero más que «anda por los caminos de la vida, por los caminos de la patria ¡Que viva Sabaneta! ¡Que viva la patria!», concluyó.