Artículos archivados en 25 septiembre 2011

  • Manuela Sáenz: La Libertadora de El Libertador

    El 25 de septiembre del año 1828 se inmortaliza Manuela Sáenz por salvar a El Libertador Simón Bolívar y convirtiéndose según palabras del mismo héroe latinoamericano en la libertadora de El Libertador.

    Ese día Bolívar se encontraba enfermo y llamó a Manuela para que lo atendiera. Ella responde que no puede acudir ya que le duele la cara. El,  impaciente envía otra vez a su mayordomo José Palacios y logra convencer a la mujer a que acuda su lado.

     Al llegar al palacio ella  le advierte que pasara algo en contra de El Libertador presidente.

     Bolívar le resta importancia diciendo que el propio coronel Guerra, jefe del Estado Mayor le había asegurado que no había motivos de preocupación.

     A las 12 en punto ladraron los dos perros que tenía Bolívar. Manuelita se despierta y despierta a el caraqueño.

     El héroe lo primero que hace es buscar su espada y su pistola para hacer frente a los atacantes. Ella lo contiene y lo convence que se lance por la ventana poniéndose a salvo. Los conspiradores forcejean con la puerta del dormitorio, ya habían asesinado al centinela, al cabo y al inglés Fergnsson. Hieren al Edecan de Bolívar Ibarra.

     Manuela le sale al encuentro tratando que El Libertador gane tiempo para escapar.

     Los frustrados asesinos registran la habitación preguntándole furiosamente por Bolívar.

     La llevan a empujones por el corredor hasta que tropiezan con el herido Ibarra. La brava mujer se arrodilla y el Edecán le pregunta:

    ¿Ha muerto el Libertador?

     No, Ibarra, el Libertador vive responde Manuela.

     Carujo enardecido por la rabia al ver lo fallido de sus planes trata de matarla pero él  conjurado Hormet lo impide diciendo:

    ¡No hemos venido a matar mujeres!

     Pero de todas maneras Carujo la golpea con una patada a la cara arrastrándola donde la encierran.

     Vale la pena el sacrificio de la heroína, Bolívar se salva siendo rescatado de debajo de un puente por sus tropas. La ciudad lo aclamaba teniendo Santander que esconderse en casa del general Urdaneta para no ser linchado. La conspiración ha sido vencida pero ha provocado una herida mortal en el alma del héroe venezolano.

     Al regresar al palacio Bolívar al ver a Manuela le dijo abrazándola: “Tu eres la libertadora de El Libertador”

     Es de ese momento la heroína pasa con ese título a formar parte de la historia.