Artículos archivados en 9 abril 2011

  • Gaitan Vive!!

    A 63 años del asesinato de este insigne pensador colombiano, semilla de la lucha por la libertad de Colombia y de los pueblos del dominio externo, tomando las palabras del Comandante Presidente Hugo Chávez el 10 de abril de 2008: «de nuestro corazón grancolombiano y bolivariano decimos qué viva Gaitán».

     

    Después de los disparos ‘estaba demudado, los ojos semiabiertos, un rictus amargo en los labios y los cabellos en desorden, mientras un hilillo de sangre corría bajo su cabeza’. Así relató Pilio Mendoza Neira el asesinato de su compañero de lucha, líder colombiano liberal, Jorge Eliécer Gaitán.

    Hace 63 años, un 9 de abril de 1948, el mundo se conmocionó por la muerte de uno de los más célebres político, oradores colombianos a quien se le denominó “el caudillo del pueblo”.

    Jorge Eliécer Gaitán, nacido en Bogotá el 23 de enero de 1898, tuvo la osadía de revelarse a los patrones de su época y conquistar con su voz y sus ideas a una sociedad de mitad de siglo XX entregada al conformismo impuesto por siglos de opresión; tradicionalmente excluida del escenario político, la cual creyó ver en él al Mesías salvador.

    Este líder surgido de la clase humilde colombiana encarnó el sueño de los sectores más deprimidos de su país, quienes encontraron en él no sólo a su mejor representante sino además a su más valioso intérprete.

    Gaitán emergió en un contexto histórico de grandes transformaciones económicas y sociales del país, ligadas al proceso de modernización, se constituyó no sólo en uno de los principales protagonistas de la vida política, sino en el gran transformador de las prácticas políticas en Colombia.

    Hijo de Eliécer Gaitán Otálora y de Manuela Ayala de Gaitán, en 1920 ingresó a la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional donde cuatro años más tarde obtuvo su título de abogado con una controvertida tesis llamada: Las ideas socialistas en Colombia.

    Activista durante toda su vida, fue diputado en la Asamblea de Cundinamarca, y abogado litigante de mucho prestigio y éxito. Estudió en Europa, en la escuela más prestigiosa de Derecho en Italia, dirigida por Enrico Ferri.

    En julio de 1926, Gaitán viajó a Italia e ingresó a la Real Universidad de Roma, donde obtuvo el título de doctor en Jurisprudencia, de la Escuela de Especialización Jurídico Criminal. Su tesis, El criterio positivo de la premeditación, convertida después en texto de estudio, mereció la máxima calificación (Magna cum laude) y obtuvo además el Premio Enrico Ferri.

    Tras su paso por Europa, Gaitán fue elegido a la Cámara de Representantes y el 8 de junio encabezó las protestas contra la hegemonía conservadora y la corrupción administrativa de la capital. En 1931 fue elegido presidente de la Cámara de Representantes y presidente de la Dirección Nacional Liberal, además de ser escogido como segundo designado a la Presidencia. En 1932 fue nombrado rector de la Universidad Libre.

    El 8 de junio de 1936 se posesionó como alcalde de Bogotá. En sus escasos ocho meses de gestión, realizó una administración dinámica durante la cual pretendió introducir cambios en la ciudad en obras públicas y viales, actividades culturales, campañas de salubridad e higiene y vivienda para los trabajadores. Sin embargo, medidas como pretender uniformar a los conductores de vehículos públicos y la oposición de algunos sectores políticos presionaron la salida de Gaitán de la Alcaldía.

    En febrero de 1940 fue designado como ministro de Educación del gobierno de Eduardo Santos, cargo que ocupó por el breve lapso de ocho meses. En abril del año 1942, fue elegido senador por el Departamento de Nariño, y en septiembre fue nombrado presidente del Senado. Durante la presidencia interina de Darío Echandía, Gaitán fue miembro del gabinete como ministro de Trabajo, entre los meses de octubre de 1943 y junio de 1944.

    En 1947 Gaitán, un hombre hecho en la política, defensor de los pobres y de los trabajadores y poseedor de una gran inteligencia, fue nombrado como jefe único del partido Liberal. Su poder fue tal que alcanzó a acallar al país en la Manifestación del Silencio, en la cual más de cien mil personas en la Plaza de Bolívar silenciaron sus voces por un buen rato y demostraron el acatamiento a las instrucciones de su jefe.

     

    Jorge Eliécer Gaitán fue entonces considerado como seguro presidente de Colombia en los próximos años y como un verdadero caudillo liberal.

    Sin embargo, el 9 de abril, a la 1:05 de la tarde, al salir de su oficina, cayó asesinado a manos de Roa Sierra y su muerte provocó una insurrección popular en todo el país que quedó, como una cicatriz, grabada para siempre en la mente colectiva como el Bogotazo, que dividió y sumió al país en una crisis de la cual, afirman algunos analistas, aún no ha logrado recuperarse.

    A Gaitán no se le pudo hacer funeral adecuado. La situación de orden público obligó a sus familiares a sepultarlo en su propia casa (hoy Casa Museo Jorge Eliécer Gaitán) en donde reposan sus restos.

    Este gran hombre de ideas representa un ejemplo de lucha y constancia para todos las personas que luchan por un futuro donde la felicidad sea el común denominador de todos los habitantes de este planeta.

    “Siempre adelante, nunca atrás y lo que ha de ser, que sea”, representa uno de los lemas de Gaitán que millones de luchadoras y luchadores revolucionarios, como el presidente Hugo Chávez llevan como consigna para su eterna batalla por conseguir la felicidad para todas y todos.

    A 63 años del asesinato de este insigne pensador colombiano, semilla de la lucha por la libertad de Colombia y de los pueblos del dominio externo, tomando las palabras del Comandante  Presidente Chávez el 10 de abril de 2008: ‘de nuestro corazón grancolombiano y bolivariano decimos qué viva Gaitán’.