Para el primer vicepresidente de la AN, las comparecencias demostraron los progresos de las siete líneas estratégicas de ese plan nacional que a su juicio, deben abarcar una nueva ética socialista

El primer vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN), diputado Aristóbulo Istúriz, destacó que las comparecencias de los ministros ante el Parlamento, que concluyeron este jueves, permitieron evidenciar los avances del Proyecto Nacional Simón Bolívar, mediante el cual se aspira a lograr el crecimiento económico con igualdad.

Indicó que se demostraron los progresos de las siete líneas estratégicas de ese plan nacional que, tal como dijo, deben abarcar una nueva ética socialista en la que se impongan los valores y principios del humanismo socialista y bolivariano.

Istúriz dijo que la derecha persigue recuperar el colapsado modelo del capitalismo rentista.

“Ellos tienen que sentirse frustrados. No pueden ver los avances de este proyecto, porque su única referencia es volver al capitalismo rentista”, expresó.

Invitó, por ello, a los opositores a avanzar en la construcción de una alternativa que permita, en medio de la crisis global sistémica, un proyecto y una nación con ese crecimiento bajo la igualdad.

“El pueblo debe sentirse orgulloso de los ministros del Gobierno del presidente Hugo Chávez”, apuntó el diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Añadió que “quedó comprobado que el camino es el diálogo” para confrontar las ideas.

Acotó que el Proyecto Nacional Simón Bolívar contempla la construcción de un modelo productivo socialista que genere riqueza para satisfacer las necesidades humanas y no para la acumulación capitalista.

El legislador precisó que esto también pasa por lograr una democracia protagónica y revolucionaria que permita transformar el individualismo en una fuerza colectiva, y por lograr una nueva geopolítica nacional e internacional.

En lo interno ese cambio debe reflejarse en un desarrollo territorial desconcentrado y en un ambiente sustentable, como una potencia energética que haga de la soberanía petrolera un elemento de integración, mientras que en lo externo debe permitir la conformación de un mundo pluripolar.