Fidel Ernesto Vásquez I.

20.Feb.2011 / 11:09 am

 

“El fin último de la Revolución Bolivariana es que el pueblo se autogobierne, que logre administrar sus recursos directamente (…). Nunca ha estado en nuestros planes eliminar las gobernaciones y alcaldías, como lo interpretan algunos, lo que cuestionamos es la descentralización vista como un proceso de desmenbramiento con los tesoros de la Nación”.

Así lo dijo hace pocos minutos el vicepresidente de la República, Elías Jaua, quien encabeza el acto conmemorativo del 152º de la Revolución Federal, una gesta liderada por el líder Ezequiel Zamora que estalló en 1.859 contra el caudillismo, la explotación de los campesinos, el latifundio y otras prácticas oligárquicas.

El tema de la descentralización constituye uno de los elementos de gran conflicto entre el gobierno de Hugo Chávez y sus detractores.

La derecha política y los grupos de gran poder económico conciben la descentralización como la transferencia de poder y competencias a los gobernadores y alcaldes, desde el Ejecutivo nacional.

En contraste, la propuesta de Chávez plantea transferir dicho poder directamente hacia las comunidades, de manera que sean las organizaciones ciudadanas, como los consejos comunales y ahora también las comunas, las que administren el dinero público, ejecuten sus obras y dirijan sus instituciones locales.