Artículos archivados en 14 febrero 2011

  • La revuelta popular en Egipto

    Por Rodrigo Cabezas

    Sin duda concurrimos a un acontecimiento político trascendente en el plano internacional, no menos sorpresivo por no previsto, que haciendo historia parece iniciar un nuevo ciclo político en la vida de los pueblos árabes. Las movilizaciones populares que permitieron el derrumbe del gobierno dictatorial de Túnez, tras 23 años en el poder de Ben Alí, acostumbrado a ganar elecciones con “el 99%” de los votos, surtieron un efecto demostración en Egipto para derrocar a Hosni Mubarak y sus 32 años de dictadura.

    ¿Que puede explicar que en sociedades gobernadas por regimenes autoritarios, represivos y antidemocráticos se produzcan revueltas populares cívicas capaces de inhibir el poder de fuego del ejercito y lograr la consecuente expulsión de los dictadores? Ciertamente un análisis superficial podría oficializar que fue el Internet o el Twister el responsable de lo que acontece en el norte de África. Por supuesto que desencadenado los hechos vividos en Túnez y Egipto aquellos instrumentos fueron valiosos para lograr romper el cerco comunicacional que los gobiernos pretendían. En rigor estamos frente a una protesta masiva de sociedades cansadas del sistema político autoritario y de las dificultades en la base económica de ambas naciones. La subida de precios de bienes agrícolas en Túnez fue la chispa que incendió la pradera y el alto desempleo en Egipto colocó a su juventud valiente al frente de lo que terminaría siendo una victoria impensable hace pocos meses atrás. Se trata entonces de la acumulación del descontento social frente a la perdida de libertad y limitadas oportunidades de realizarse materialmente que tenían aquellos pueblos. Es el motor que impulso la revuelta popular.

    Lo de Egipto recuerda el desplome histórico del autoritarismo soviético y sus países satélites mal llamados socialistas. Los pueblos podrán resignarse a aceptar por un tiempo perder su libertad pero no por siempre. Los procesos civilizatorios de la humanidad han conducido a estadios superiores, en esa larga marcha de la historia humana le es sustancial los valores de la libertad, la igualdad y la justicia. Unas veces colocando el acento prioritario en uno u otro pero los tres siempre presentes como anhelo, sueño y esperanza de redención.

    Nos alegramos que Túnez y Egipto tengan un bravío pueblo y una rebelde y atrevida juventud para hacer posible este levantamiento popular histórico que les acerca a una democracia plena y a gobiernos no corruptos. Gobiernos soberanos del pueblo árabe y para el pueblo árabe.

    ¿Cual será el desenlace pos Plaza Tahrír en El Cairo? Los acontecimientos dependerán de la correlación de fuerzas en la cual pueda expresarse el movimiento popular que protestó, resistió y venció. Los Estados Unidos de Norteamérica harán todo lo que este a su alcance para que el nuevo gobierno sea cooptado por sus viejos y dominantes intereses en Egipto, teniendo en el ejercito un factor posiblemente decisivo por su naturaleza refractaria a los cambios sociales. La experiencia histórica universal muestra sin embargo que cuando los pueblos, las multitudes enardecidas y sedientas de libertad y cansadas de la pobreza, tienen conciencia de que están partiendo la historia, no hay fuerza alguna que les detenga, no hay muro por fuerte o alto que quede en pie. Deseamos para el pueblo hermano árabe su victoria para que construya un mundo mejor por justo, igualitario, democrático, pacifico y radicalmente libre de toda dominación o inherencia extranjera.