Fidel Ernesto Vásquez I.

5.Feb.2011 / 10:04 am

 

 

Tras la rebelión cívico-militar del 4 de febrero de 1992, liderada por el presidente de la República, Hugo Chávez Frías, una vorágine de movimientos sociales y cambios estructurales se sucedieron para marcar el renacimiento de Venezuela y devolverle el carácter de Patria libre y soberana.

Fueron los heroicos soldados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) los que salieron a las calles para restituir, con una rebelión de vanguardia, el poder que había sido secuestrado por la clase gobernante de la época, representada por la derecha nacional, resaltó el presidente Chávez en el cuartel El Libertador, situado en el sector Grano de Oro de Maracaibo, la capital zuliana.

“Como Simón Bolívar dijo un día: Venezuela nació en un vivac (campamento provisional), es decir, Venezuela nació entre soldados. Hace 19 años Venezuela moría, pero hoy podemos decir que el 4 de febrero resucitó, nació de nuevo entre soldados y seguirá viva en los cuarteles y en las calles”, dijo Chávez.

Igualmente, el Mandatario Nacional, en su condición de Comandante en Jefe de la FANB, subrayó que los militares que participaron en ese movimiento bolivariano son los soldados de la Independencia de Venezuela, quienes actuaron en consonancia con las causas emancipadoras que emprendieron los próceres de la Patria, Simón Bolívar y Francisco de Miranda.

La FANB y el pueblo en pie de lucha

El presidente Chávez también expresó que 19 años después de aquella rebelión, los militares de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y el pueblo siguen en pie de lucha por la patria del Libertador Simón Bolívar.

“Diecinueve años después, siempre firme, Fuerza Armada y Pueblo, rescatando, como lo venimos haciendo, la grandeza de la Patria. Diecinueve años después, aquí estamos, continuando la jornada que comenzó aquel 4 de febrero”, dijo Chávez.

En el acto, el mandatario nacional, en su condición de Comandante en Jefe de la FANB, otorgó condecoraciones a militares por su valioso aporte a la patria soberana, al participar en esta rebelión que cambió la historia venezolana y abrió el camino al inicio del modelo socialista.

Militares del 4F son soldados de la independencia

Como herederos de la independencia de Venezuela calificó el

presidente Hugo Chávez a los militares que participaron en la rebelión del 4 de febrero de 1992.

“Nosotros somos los herederos de los soldados de la independencia, porque somos del mismo Ejército que formó (Francisco de) Miranda hace 200 años, que formó (Simón) Bolívar. Somos el mismo ejército, somos la misma patria, somos el mismo pueblo. De eso debemos tener conciencia”, enfatizó Chávez.

Acotó que “fue una verdadera vanguardia la que resurgió en la rebelión del 4 de febrero”.

También hizo un llamado a las fuerzas patriotas y revolucionarias del estado Zulia a reunificarse para continuar impulsando la Revolución Bolivariana.

“Reunificación para la victoria. No importa las diferencias que tengamos, no importa los enfoques, las tonalidades. Nos queremos diferente, nos necesitamos diferente, pero una sola es la causa: Revolución Bolivariana, el proyecto bolivariano eso es lo que nos une. El destino no es otro que la patria libre , bolivariana y socialista”, expresó.

Inicio de todos los cambios

Todo los cambios que se han dado en el país durante el siglo en curso tuvieron su inicio en la rebelión cívico-militar del 4 de febrero de 1992, manifestó Chávez.

El Mandatario parafraseó al Padre de la Patria, Simón Bolívar, para indicar que Venezuela resucitó, renació, entre los soldados, durante la movilización en la cual los movimientos sociales y la Fuerza Armada intentaron recuperar el poder que había sido secuestrado por la clase gobernante de la cuarta República.

Resaltó que los militares y civiles que participaron en la rebelión de hace 19 años actuaron como “vanguardia” para motivar procesos de cambio en el país y en el resto del mundo.

Asimismo, recalcó la importancia de fortalecer la unidad cívico-militar, la ideología revolucionaria y socialista, la coerción de los componentes de la Fuerza Armada, al Partido Socialista Unido de Venezuela y sus aliados, así como a los movimientos populares para garantizar el futuro de Venezuela.

El Zulia volverá a ser de la revolución

Asimismo, el diputado Francisco Arias Cárdenas, uno de los participantes en la rebelión cívico militar, acompañó al Jefe de Estado en el acto y expresó que la organización popular se está relanzando a través del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) para fortalecer la causa del pueblo, lo cual fue el objetivo del 4F.

Arias Cárdenas aseveró que el pueblo del Zulia, ahora gobernado por la derecha, volverá a ser del “cambio, de la revolución, de la esperanza”.

“Con el espíritu, el coraje del 4 de febrero, con todos los que nos acompañaron, juntos vamos a hacer la tarea. El Zulia va a ser, no queda ninguna duda, de la revolución, del cambio, de la esperanza”, afirmó.

Igualmente, dijo que ese mismo espíritu debe servir para reorganizar las fuerzas y afinar las estrategias para el triunfo del presidente Chávez en el año 2012.

“Debemos rescatar ese espíritu de riesgo por la patria para asumir la nueva conquista del poder para el bien del pueblo y para seguir construyendo la revolución”, agregó.

El cuartel El Libertador detenta una gran relevancia histórica, puesto que allí se iniciaron las operaciones occidentales de esta gesta revolucionaria que es recordada y celebrada como el Día de la Dignidad Nacional.

Tumba histórica de la derecha

Previo a su llegada a la ciudad de Maracaibo, el presidente Chávez estuvo en Valencia, capital del estado Carabobo, en donde dijo que el 4 de febrero marcó la tumba histórica de la derecha.

“Somos libres, somos independientes y, como dijo Bolívar, la independencia es la puerta abierta para lograr los demás bienes de la patria. El 4 de febrero marcó la tumba histórica de la derecha. El 4 de febrero parió un mundo nuevo. Por eso digo, parecía imposible, pero fue posible gracias a Dios y al coraje pueblo”, añadió.

El jefe de Estado puntualizó que ese día dividió la historia del país en un antes y un después, “un antes de miseria, de injusticias y de pobreza; y un después, que es el ahora, de reivindicaciones sociales, de humanismo, de dignidad”.