Fidel Ernesto Vásquez I.

22.Nov.2010 / 02:52 pm

 

La participación del presidente de la República, Hugo Chávez, en la marcha que fue celebraba este domingo 21 de noviembre, en conmemoración del día del estudiante universitario, y que cruzó varias calles de Caracas a pesar de la fuerte lluvia, fue un hecho histórico que sin duda deja ver el compromiso que tiene el Mandatario Nacional con las fuerzas estudiantiles.

Así lo manifestó este lunes Kevin Ávila estudiante de trabajo social de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y representante de los estudiantes revolucionarios.

“El presidente Chávez se sumó a la marcha, y eso es algo histórico, yo creo que en la historia venezolana, nunca, un presidente de la República se había sumado a una marcha estudiantil, hace 20 años atrás eso jamás podría imaginarse”, expresó Ávila con admiración.

En este sentido, comentó que en gobiernos anteriores “los estudiantes eran perseguidos, torturados, desaparecidos, y en este caso no, porque contamos con un Presidente que marcha y está con nosotros desde hace 12 años, y que además entiende las necesidades del estudiante revolucionario, del estudiante venezolano”.

Ávila resaltó que durante el Gobierno Bolivariano se han abiertos 17 nuevas universidades, lo que ha permitido incrementar y democratizar el acceso al estudio, y al mismo tiempo se han dado reivindicaciones sociales como becas, comedor, bibliotecas, entre otros beneficios para el estudiante.

Remarcó que además el Gobierno ha ofrecido nuevos espacios para que los estudiantes se expresen y consoliden sus luchas e intereses comunes.

“El estudiante venezolano hoy debe sentirse orgulloso por lo que significamos en el mundo. Hoy el estudiante venezolano entiende que necesitamos universidades para transformar la universidad, una universidad que se sume al desarrollo del país, no como en la UCV que la rectora va en contra de la mayoría y del progreso del país”, argumentó Ávila.

Explicó que ese cambio estructural se logra únicamente a través de “una constituyente universitaria con una nueva ley para las universidades que desmonte la estructura arcaica y retrograda que no responde a los intereses universitarios, y así crear un nuevo modelo más democrático, participativo que devuelva la universidad al estudiantado y al país, y no como está pasando con esta elite que tiene nuestra universidad secuestrada”.