Fidel Ernesto Vásquez I.

11.Nov.2010 / 08:18 am

El 30 de noviembre del año 2000, 46 venezolanos y venezolanas con diversas enfermedades críticas y de alta complejidad, que para entonces no podían ser resueltas en el sistema de salud venezolano, protagonizaron el despertar de una esperanza revolucionaria y solidaria llamada convenio de cooperación Cuba-Venezuela.
Estos 46 pacientes fueron los primeros en ser trasladados hasta Cuba, donde recibieron atención en el Centro Internacional de Salud La Pradera, en la Habana, como una mínima parte de la amplia cooperación solidaria entre ambos gobiernos que diez años más tarde se traduce, sólo en materia de salud, en beneficio de 24.614 venezolanos.

El coordinador del ámbito de salud del convenio Cuba-Venezuela, Jhony Ramos, indicó que la gratuidad de atención al paciente implica traslado, estadía (el tiempo que su patología requiera), atención tanto por cirugías como para la rehabilitación; así como regreso a Cuba para continuidad de un tratamiento.

Asimismo, destacó que la prioridad se ofrece a diversas patologías críticas, entre ellas, cardiovasculares, discapacidades en miembros inferiores, superiores, caderas; accidentes cardiovasculares, enfermedades ortopédicas, hernias discales, tumores cancerígenos, retinopatía diabética, pacientes con necesidades de trasplante medular, quemaduras graves con requerimientos de reconstrucción, patologías neurológica y adicciones a sustancias estupefacientes y psicotrópicas.

“El paciente sólo acude a las direcciones de atención social de las alcaldías y gobernaciones bolivarianas o a través de Barrio Adentro con su informe médico, copia de su cédula de identidad y carta de solicitud para que en menos de un mes reciba respuesta”, sostuvo Ramos.

Estas atenciones, donde el Estado asume plena responsabilidad tanto del paciente como de su acompañante, en función de resolver un problema de salud que por años había sido discriminado en la época cuarta republicana concepciones de la salud asistencialista en Venezuela, fue posible sólo con un Gobierno abocado al bienestar del pueblo y su progreso como sociedad, consideró Ramos.

“Nosotros, como Gobierno, en el que la salud del pueblo es una prioridad, nos hemos puesto como meta atender a toda la población venezolana que posee este tipo de patologías. El mecanismo es gratuito, el traslado es gratuito, la atención y el tratamiento son gratuitos, porque la salud y la calidad de vida de una persona para la revolución no tiene precio. Es una responsabilidad y un compromiso con el pueblo”, expresó el funcionario.

Informó que semanalmente se realiza un vuelo, con promedio de 75 pacientes, más sus respectivos acompañantes, que también tienen posibilidades de recibir atención.
Ramos destacó que otro de los beneficios que el convenio ha arrojado a Venezuela es su incursionar y fortalecimiento de los servicios de salud, gracias al apoyo de la Misión médica cubana.

Testimonio de vida

Uno de los testimonios más emblemáticos de personas beneficiadas con este convenio, entre muchos otros, es el de Gladys Marcano, madre de Glenda Marcano, quien con 13 años de edad tenía dos tumores (cervical y cerebral), quien requirió doble traslado para incrementar su esperanza de caminar.

El segundo viaje de Glenda fue el 29 de enero de este año, donde según en esa oportunidad relató su mamá, estuvo en Cuba más de seis meses, tiempo en el que a su hija le realizaron dos intervenciones críticas, con el propósito de recuperar su ilusión de caminar y llevar una vida normal.

“Primero la operaron por el tumor frontal cerebral que tenía, después de cuatro meses, cuando notaron que no se levantaba de la silla, detectaron otro tumor en la columna y la volvieron a operar. Después comenzó su rehabilitación y en tres meses debemos volver para continuar su tratamiento”, refirió Marcano.

La beneficiada agradeció al Gobierno bolivariano tener este tipo de programas y convenios con países avanzados en medicina, como Cuba, en función de buscar mecanismos para resolver problemas de su pueblo sin importar procedencia, clase social, nacionalidad, simplemente ser humanos.

“Estoy bastante agradecida. No tengo nada de qué quejarme. Sólo le pido al Presidente Chávez que estos programas se mantengan porque, de verdad, son bastante efectivos. Estamos muy agradecidos. Le doy gracias y le pido a los venezolanos que reconozcan este tipo de acciones”, manifestó Marcano por la atención que en Cuba ofrecieron a su hija.