Fidel Ernesto Vásquez I.

28.Oct.2010 / 04:40 pm

“Desde mi corazón adolorido y desde el llanto contenido lo digo: ha muerto un justo, ha muerto un valiente, ha muerto uno de los más grandes de entre nosotros, llorarlo sería poco. Sigamos su ejemplo y hagamos realidad el sueño de esta gran Patria unida y libre”.

A su llegada al Aeroparque Internacional Jorge Newbery para asistir al acto velatorio del ex presidente Néstor Kirchner y parafraseando a José Martí, el mandatario venezolano, Hugo Chávez, expresó su dolor por la pérdida física de esta figura política, quien participó en los cambios importantes de la política de Argentina y de la de los países suramericanos.

“¡Que viva Argentina y que viva Kirchner para siempre!”, dijo el presidente Chávez al tiempo de comentar que “por primera vez en estos años, en este ir y venir, llegamos a Buenos Aires con el llanto del Caribe y con el llanto del Orinoco, para unirnos en el pesar, en el dolor del pueblo argentino, a su Presidenta, nuestra hermana Cristina, a sus hijos Florencia y Máximo, a todos sus familiares y a la gran familia argentina que sentimos nuestra”.

Dijo que “venimos convocados también por esa pasión argentina que fue Néstor Kirchner, convocados por esa pasión suramericana y unionista que fue Néstor”.
El Presidente dijo que durante el viaje de Caracas a Buenos Aires venía recordando que «hace apenas 28 días estábamos aquí en Buenos Aires, convocados por Kirchner y por Cristina, por la Unasur, para levantar nuestra voz en contra de la pretensión de las fuerzas extremistas para derrocar al Gobierno de nuestro hermano Rafael Correa. 2010 es toda una historia”.

Señaló que “venía recordando esta historia, lleno de dolor, de pesar, pero al mismo tiempo llenos de una pasión, de una fuerza. Néstor Kirchner llegó en el momento indicado y al lugar indicado. Que no llegó él, lo trajo aquí el pueblo argentino, es la historia grande de esta tierra”.

Al reflexionar sobre las huellas dejadas por esta figura política argentina, afirmó que después de 180 años de lucha, fue cuando se comenzó a abrir el camino largo de Caracas a Buenos Aires.

“No existía ese camino, habían pasado 180 años desde el abrazo aquel del gran gigante de aquí, que se llamó José y el gran gigante de allá que se llamó Simón. Uno se fue hacia el Norte con un pueblo hecho ejército y el otro se vino hacia el Sur con otro pueblo hecho ejército y allá se abrazaron, en Guayaquil”.

Insistió en que “tenían que pasar 180 años para que nosotros los hijos de Bolívar viniéramos aquí a abrazarnos con los hijos y las hijas de José de San Martín, para que los hijos e hijas de San Martín fueran a Caracas a abrazarse con los hijos de Bolívar”.