Artículos archivados en 22 agosto 2010

  • Las líneas de Chávez: ¡¡No pasarán!!

    La podrida burguesía venezolana hizo todo lo posible para que llegáramos al mes de agosto en medio del caos. Desde el año pasado vienen montados en ese plan, pero ya transcurrida más de la mitad del mes de agosto, sus pretensiones están más que lejanas

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    Estamos enrumbados en marcha hacia el socialismo y nada ni nadie podrán apartar a nuestro pueblo del camino que ha elegido. Así lo demuestran los hechos y resultados positivos de todos estos días.

    La podrida burguesía venezolana hizo todo lo posible para que llegáramos al mes de agosto en medio del caos. Desde el año pasado vienen montados en ese plan, pero ya transcurrida más de la mitad del mes de agosto, sus pretensiones están más que lejanas: la férrea voluntad de un gobierno y un pueblo, como un solo hombre y una sola mujer, han hecho trizas todos los planes que, siguiendo los dictados del imperio, la quinta columna venezolana ha pretendido ejecutar.

    Sucede que soy y que sigo (…) Déjenme solo con el día. / Pido permiso para nacer, cantaba el gran Neruda. Esta revolución no pidió permiso a nadie para nacer: el permiso se lo impuso un Pueblo consiente que, desde hace once años, es dueño y señor de su destino.

    Vuelvo, otra vez, a Neruda: Ahora como siempre es temprano / vuela la luz con sus abejas. Por supuesto que, para nosotros, nunca será tarde, siempre es temprano, acostumbrados como estamos a vivir de amanecer en amanecer: ésta es y será siempre nuestra principal defensa y la más contundente de nuestras ofensivas. En este sentido, se equivocan y se seguirán estrellando contra nosotros, los acostumbrados a vivir de horas postreras en horas postreras. Ellos, por sus perversos propósitos, no tienen otras armas y métodos que aquellos de la guerra sucia, conscientes como están de no tener la razón y, por supuesto, convencidos de su cada vez más escaso poder de convocatoria.

    Y porque somos luz, hemos desbaratado todas las conjuras que se han venido montando, hasta hoy, en la oscuridad.

    Primero, pretendieron encender la pradera con aquella pequeña “crisis” bancaria que quisieron llevar a mayores; luego, fue el lenguaje del Apocalipsis en ocasión de la grave sequía que padecimos y que nos obligó a declarar la emergencia eléctrica para contrarrestar el déficit como consecuencia del bajo nivel de agua que alcanzó el sistema Guri. A renglón seguido, trataron de pescar en río revuelto para dar al traste con Pdval, Mercal y todo nuestro sistema de seguridad y soberanía alimentaria. Y ahora, más recientemente, intentaron imponernos el terrorismo financiero, tras la intervención del Federal, las Casas de Bolsas y de Econoinvest; intervención necesaria por la podredumbre que caracterizaba a todos estos entes privados. Pues bien, la quinta columna vino estrellándose, de fracaso en fracaso: y la revolución salió airosa de cada una de estas coyunturas, quedando demostrada la fortaleza de la Venezuela Bolivariana.

    Internacionalmente, la oposición venezolana y sus medios no dejaron de echar leña al fuego para tratar de llevarnos a una guerra fratricida con Colombia. Volvieron a fracasar, otra vez, como lo demuestra, fehacientemente, la visita que nos dispensara el presidente del Congreso de Colombia, Armando Benedetti, el lunes 16. En el mismo sentido, hay que destacar la presencia de una importante delegación colombiana, encabezada por la cancillera María Ángela Holguín, el viernes 20. Quiero felicitar a las comisiones binacionales que, en este día, instalaron las mesas de trabajo para diseñar el nuevo mapa que exprese el pleno restablecimiento de nuestras relaciones en todas las áreas. Cómo le duele a la contrarrevolución todo lo que ha acontecido desde la reunión presidencial en Santa Marta el pasado 10 de agosto, cómo le duele la voluntad política común que se está abriendo camino en clave de respeto y confianza.
    Últimamente, la contra ha optado por explotar morbosamente el problema crónico de la inseguridad que arrastra nuestro país desde hace décadas; problema que ningún gobierno del pasado había abordado, como ahora, para darle solución, yendo a las causas profundas del mismo, tal y como lo está haciendo la Revolución Bolivariana. Una vez más, los apátridas han acudido al expediente del “periodismo pornográfico”. El dueño de un medio de comunicación admitió, vía Twitter, que ese es el tipo de práctica que ellos ejercen; “la intención editorial de la foto era crear un shock para la gente, para que de alguna manera reaccionara ante la situación”, fue la declaración de este personajillo a un medio internacional. A confesión de parte, relevo de pruebas, dicen los juristas. Se trata de otro caso más de terrorismo mediático contra el cual la Venezuela decente ha reaccionado, poniendo de manifiesto su rechazo contra este tipo de prácticas perversas y rastreras, que ponen de manifiesto la pudrición que carcome la mentalidad de la oligarquía venezolana.

    No se equivoquen, el caos no se decreta y, mucho menos, se le impone a un pueblo con niveles crecientes de conciencia. A un pueblo que se ha acostumbrado a estar uno, dos y hasta tres pasos delante del caos cuando es real y verdadero, no van a amedrentarlo con mentiras salidas de los laboratorios de la guerra sucia.

    II

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